miércoles, 15 de julio de 2009

Arteología: una ciencia para los artefactos

Durante una conferencia llevada a cabo en la Universidad de Arte y Diseño de Helsinki en Marzo de 1996, Pentti Routio expresaba: "...El término Investigación y Desarrollo es una construcción torpe, y pone el acento en la viejísima dicotomía artificial de una actividad que en nuestros días está basada en un conjunto de métodos lógicos y consolidados. En consecuencia, he adoptado un nombre nuevo para ello, "arteología"... El término arteología debiera ser adecuado para todas las formas de desarrollo de artefactos, sean obras de arte, servicios, procesos, programas de ordenador, exhibiciones mediáticas y otros productos de la cultura humana...."
La definición elemental de "ARTEOLOGÍA" propuesta por Pentti Routio es: "la ciencia que ayuda al diseño y producción de artefactos." Deriva del latín ars, equivalente al techne griego, aquel término que definía la habilidad de un individuo para manifestar su facultad de expresión a través de algún medio. Por otro lado, el término "artefacto" designa todo aquello "hecho con arte", aquello que, independientemente del medio por el cual se expresa, es producto del conocimiento y las habilidades del ser humano.
La idea de Pentti Routio, acuñada según el latín "ars" y el griego "logos", es expresar una interdisciplinariedad científica y técnica, paralela al concepto de "tecnología". El motivo se justifica en el hecho que "tecnología" es un término asociado comúnmente a los ingenieros.
Las disciplinas que se expresan a través de toda actividad proyectual comparten el rasgo esencial de artefacto. Existen requisitos y condicionantes que determinarán el camino para aglutinar tres pilares, o características inherentes y necesarias para definir un "objeto-producto", y que éste exista como tal: su forma, su función y el medio que lo hará posible (conceptualmente semejante a definir el esqueleto estructural de un signo).
Un axioma pruyectual asegura que al objeto futuro lo define su contexto, a raíz de la bipolaridad sujeto-entorno. En este sentido la invención implica incorporar en el plano real algo que no existía, por medio de la articulación de elementos que de un modo u otro sí. Al mezclar, unir, o yuxtaponer estos elementos se obtiene una representación concreta que satisfará de modo total o parcial determinada necesidad. A partir del invento es posible la re-conceptualización: un punto de vista distinto sobre lo ya existente, con el fin de "readaptar" dicho "signo" a nuevas necesidades emergentes de expresión, respecto de la necesidad primera; o transportar el concepto a otras disciplinas. La ciencia genera el conocimiento y la tecnología una respuesta adaptable. Ambas representan el discurso de una época. La importancia de dicho discurso radica en la dirección que se otorga desde el área científica respecto al "por qué", "cuándo" y "dónde", complementándose con el área tecnológica, mediante el "cómo" y el "qué" hacer.
Dentro de la ideología política y económica occidental del Siglo XX, lo que antes era "apropiación de recursos para el consumo masificado", hoy es "valoración democrática de minorías y diferencias, hacía un consumo ecológicamente sustentable". Respecto al paradigma de investigación ha ocurrido algo semejante: del objeto de estudio universal, escindido del sujeto fluctuante e imperfecto, a la tríada simétrica: sujeto-objeto-entorno. Aquel paradigma racionalista; moderno, hoy resulta ser un paradigma multi-direccional; pos-moderno. Tanto la ciencia como la técnica siempre estuvieron atravesadas por el entorno en una relación de reciprocidad continua; pero no siempre, al menos para Occidente, la visión del mundo y la realidad fue multi-direccional e interdisciplinaria.
El entorno es el depositario donde se encuentra "quién" recibe y emite. Hablar de entorno incluye hablar del sujeto y los objetos (concretos, abstractos y virtuales) que lo conforman. Podemos identificar tres formas de comprenderlo, tal como lo hace Karl Popper en su libro "En busca de un mundo mejor":

· El mundo de los objetos animados e inanimados.
· El mundo de las experiencias conscientes e inconscientes y
· El mundo de los productos mentales, concretos o abstractos.

Hablar del entorno según Popper, es hablar de la "realidad" particular para cada individuo o grupo social, dentro de una "Realidad" objetiva y trascendental.
Al producto mental y los sistemas que generan, podemos imaginarlos como cualquier eslabón de la siguiente cadena: letras - sílabas - sufijos - prefijos - palabras -oraciones - párrafos - capítulos - novelas -géneros.. etc, etc, hasta llegar a la obra total de una persona o grupo, quizá continuación de otra obra, en el marco de una época o período y ubicación geográfica.
Los objetos (ya sean industriales u objetos de arte) conforman un lenguaje. Inciden en la conducta consciente e inconsciente de los individuos, ya que forman parte de una red de signos, que modifican y reestructuran conceptos en la bipolaridad sujeto-entorno. El desarrollo de la "arteología" y su método aportan dentro del nuevo paradigma occidental de investigación, un modelo aplicable a las disciplinas creativas para elaborar un discurso unificado a partir de la observación fragmentada del mundo. Si bien sus fundamentos en teorías de diseño se adaptan con mayor facilidad para arquitectos o diseñadores, también es aplicable para la formación conceptual de artistas plásticos, músicos, escritores, fotógrafos, cineastas, etc., etc. Conceptualizar es imposible sin ninguna teoría. Por otra parte, ni la teoría más completa puede abarcar todas las situaciones, de modo que el creativo pueda estar preparado para cada posible problema resolutivo. Justamente el creativo desarrolla una libertad de trabajo que un investigador lo encontraría irracional. Es él quien decide qué herramientas utilizar, proporcionadas por la ciencia y la técnica. Es el creativo, el hacedor, aquel que proporciona dirección y sentido a la tríada sujeto-objeto-entorno.

Gonzalo J. Bartha

Para mayor información:

http://www2.uiah.fi/projects/metodi/s00.htm