miércoles, 27 de junio de 2007

Apuntes para una teoría sobre diseño: Individuo, necesidad, entorno

Individuo - necesidad - entorno

Todo acto creativo implica un proceso metodológico de resolución. El resultado es un producto como solución al problema planteado. Normalmente el enunciado de un problema de diseño delata una necesidad a satisfacer. "Resolver" un problema de diseño implica dos aspectos: “inventar” o “reconceptualizar” dentro de un contexto y para ese contexto (entendiendo como contexto del diseñador y el futuro objeto la díada sujeto-entorno).
Los objetos (y sistemas que éstos conforman) son elementos de un “lenguaje tridimensional”, de un texto recorrido y manipulado por los usuarios, en sus papeles de protagonistas interactivos de un continuo proceso de comunicación, en el que se reestructuran valores, la idea de individuo y sus necesidades: inciden directamente en la conducta.
Retomando el concepto de interfase según Guy-Bonsiepe, podemos decir que se trata de “un espacio donde se articula la interacción entre individuo, artefacto y el objetivo de la acción”, donde podemos comprender al espacio como un contexto, comprender al artefacto como cualquier producto mental del Hombre y el objetivo de la acción como cualquier necesidad.
Utilizando y reelaborando la teoría de Abraham Harold Maslow sobre la clasificación de las necesidades a partir de la motivación, podemos reconocer tres tipos de necesidad básicas a ser satisfechas: las necesidades “concretas y objetivas”, aquellas que de faltarle al sujeto por tiempo prolongado provocarían su muerte o un desequilibrio psíquico-fisiológico irreversible: respirar, comer, dormir, beber agua, manifestarse sexualmente o trasladarse; (Erich Fromm, en su libro “El miedo a la libertad”, suma dentro de esta categoría la necesidad de pertenencia a un grupo y considero también relevante en esta categoría, la necesidad de mantener una conducta higiénica). En segundo orden estarían las necesidades “simbólicas”, aquellas que derivan del ingreso al mundo del lenguaje y lo simbólico; relacionadas con el deseo consciente e inconsciente del sujeto. En este nivel, a las necesidades enumeradas en primer orden se agrega el “qué” y “cómo”: cómo comer, a qué grupo pertenecer, de qué forma comunicarse, o bien qué objetos elegir (son de carácter subjetivo). Y por último las necesidades “lúdicas e intelectuales”, que surgen cuando el sujeto presenta satisfacción total en aspectos psíquicos, como biológicos (son de carácter evolutivo y espiritual).
La necesidad, psicológicamente, es observada como la manifestación de un proceso continuo: una necesidad es satisfecha y surge otra; el hilo conductor es la motivación individual o grupal, en función de las posibilidades y condiciones que le brinda su entorno inmediato.
El individuo interactúa con su entorno, definido por tres escenarios yuxtapuestos: el natural, el artificial y el psicológico. De acuerdo al desarrollo de este trabajo, bien podemos entender al entorno como una malla/red donde se articulan e interactúan los sujetos y objetos a modo de texto.
El “entorno natural” existe desde que el mundo es mundo, sujeto a un marco Universal, a leyes y órdenes propios, preestablecidos genéticamente a nivel micro y macrocósmico. Carl G. Jung nos habla al respecto indicando las posibles consecuencias en la conducta del individuo, que surgieron a lo largo de la interacción del individuo con el “mundo natural”: “...experiencias como la noche, o el atardecer, la de los frutos de la tierra o las inclemencias climáticas, han sido patrimonio de la humanidad en su conjunto, y han poblado el inconsciente colectivo de arquetipos que nos fueron transmitidos hereditariamente como una predisposición a concebir la realidad de determinada forma, a imaginar y sentir...."
El “entorno psicológico” es aquel que ubica al hombre en el aquí y ahora, en aquello que llamamos realidad, organizada por tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal. Es afectado por el entorno natural, el entorno artificial y por sí mismo, es donde se genera el espacio “intra-subjetivo”, en el que interactúan las subjetividades dentro de marcos preestablecido (como en el caso de las convenciones, los usos o costumbres) en función de metas y objetivos grupales, cuya consolidación en el tiempo desarrolla la transubjetividad.
El “entorno artificial”, sujeto a un marco psicológico, modifica todo orden natural y complementa, a la vez que reafirma y modifica, el “entorno psicológico”. Podemos comprenderlo en su totalidad como extensión de la capacidad potencial del Hombre y como prolongación de sus facultades. Tanto su manifestación concreta, como virtual, se origina en las necesidades.

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Renglones a parte

- Karl Popper, en la introducción de "En busca de un mundo mejor" prefiere hablar de “realidades” particulares o grupales dentro de una “Realidad” objetiva y trascendental, definiendo 1) el mundo de los objetos animados e inanimados, 2) el mundo de las experiencias conscientes e inconscientes y 3) el mundo de los productos mentales, concretos o abstractos. **

- El tema central del trabajo teórico sobre “los medios” que realizó Marshall McLuhan se ajusta especialmente a esta posible teoría para un lenguaje tridimensional. McLuhan se preguntaba e indagaba sobre cómo la tecnología en sí, afecta la escala de percepción de la organización social y la vida del individuo (vale aclarar que a la palabra hablada, McLuhan la entendía como “1er tecnología” de la que se valió el individuo para modificar su medio). Indicaba que a los “medios” se los puede pensar como “entornos”, siendo que los “medios” tienen la capacidad de reorganizar la percepción que el público tiene del mundo a su alrededor.
Gonzalo José Bartha